Sitúese este manifiesto en la voluntad de crear en Huesca la “Agrupación Republicana”, de nombre “Nueva Bohemia”. Es ejemplo de que mantiene su militancia entonces sobre un doble eje: de un lado, el activismo anarquista al que se refiere Felipe Alaiz para el período 1915-1920, en el que compartían una “guerrilla antifascista” los propios Alaiz y Acín con Samblancat y Gil Bel; de otro, la intención de crear plataformas más abiertas e inclusivas (del lerrouxismo a los defensores del leninismo), con la intención de socavar a la monarquía. Los firmantes del Manifiesto son un listado de amigos, muchos de ellos correligionarios anarcosindicalistas. Hay posiciones moderadas como la de Vicente Campo, editor de sus obras y alcalde de Huesca en dos periodos (antes y después de la guerra civil), que procedía de Unión Patriótica; sin embargo, otros de los firmantes están en plena sintonía con él, tanto afectiva como ideológica como Lorenzo Avellanas con quien participó en el II Congreso de la CNT de 1919 en representación del Alto Aragón; Luis Maynar Duplá; José Jarne Peire, con quien compartirá el exilio en los primeros meses de 1931 en París; su compañero en la organización de agrupaciones de la CNT, Juan Arnalda Garzo